RELOJ SOBRE PARED EXTERIOR DE CÁRCEL / Paula Carmona Araya
Es la acción de colgar un reloj en una pared exterior de la cárcel, lo que pretende develar el estado conflictivo y represor de la institucionalidad carcelaria.
Pienso la visualidad, y por tanto mi obra, como un problema político y poético, siendo ambos conceptos inherentes uno al otro, pero en constante tensión. Es en la relación dialéctica donde los límites se difuminan y se reformulan para plantearse como una estrategia desde el hacer artístico.
Las acciones son una propuesta, una insistencia, un proyecto emotivo a la vez que material hacia el porvenir. Bajo esta premisa es que las imágenes se develan como gestos con un alto contenido simbólico y conceptual. Las que, si bien son acciones aparentemente efímeras y sencillas, mantienen una intención reflexiva y crítica que da cabida a la experiencia. Este carácter vivencial es el vínculo que se establece como posibilidad de leer y comprender el mundo de manera diferente. Por medio del valor expositivo, se deja entre ver una sensibilidad común, una colectividad disconforme con lo preestablecido.
Es a través del cuerpo y sus huellas que se hace presente la urgencia y persistencia por cambiarlo todo, por romper la formalidad y convencionalidad de lo explícitamente político, e involucrar la cabeza, el cuello, las manos, los pies, cada espacio intermedio, el cuerpo como todos los cuerpos, en una poética de verbos comprobables por la acción de moverse y habitar de manera diferente.