Acción en los inicios de la pandemia. Buscamos transgredir y subvertir la instalación de una torre de alta tensión a través del uso de la misma como un objeto resignificable: se convirtió en un espacio para desarrollar nuestras fantasías sexuales voyeuristas y anárquicas. Pomaire en ese momento no estaba en cuarentena y aún podíamos escabullirnos en la oscuridad de la noche.
performance realizada vía cam4, llevada a cabo en abril del 2020. La acción consistió en la lectura del manifiesto “Murciélagxs sodomitas en el estado de excepción (sexual). El texto se erige en torno a una reflexión del habitar marika en el encierro y las potencialidades que pueden surgir de aquello. Los dolores y nostalgias que produce el cese del devenir calle y las morboinfecciosas prácticas cruisingueras.
Murciélagxs sodomitas en el estado de excepción {sexual}
Cortometraje de ficción/documental realizado en julio del 2020. Resulta ser un experimento en torno a la representación de la vida cotidiana de unos performers pornoterroristas que viven en un contexto rural. Se van estableciendo diálogos con vecinxs y familiares del sector. Se logran evidenciar los límites del erotismo marika en el campo, jugando con objetos/fetiches que históricamente eran asignados para ciertas cis-corporalidades y que en base a la politización simbólica de ellos reacomodamos memorias fragmentadas y corroidas por el heterocentrismo: hacemos magia en los lugares ocultos de nuestros pueblos en venganza de nuestra comunidad castradora.
Llevo un mes y medio. Miro mis manos, estas son mis manos, tienen sus uñas largas. No tengo sexo hace meses, Busco otras formas de sentir calor físico, me hice un Tinder, veo y reviso con rapidez las imágenes que corren por la plataforma. ¡Quiero sentir calor! ¡contacto! eso que es solo físico y difícilmente encuentras tras la pantalla. No puedo ir a una disco, ni al teatro, ni siquiera puedo coquetear en la salida a la calle cuando busco un poco de aire fresco, y en eso sentir que alguien me mira las tetas detrás de una mascarilla. Somos bichos, bichos desconfiados, tenemos el bicho y desconfiamos… El distanciamiento social no nos permite acercarnos, nos aleja, nos reprime, nos coarta, nos intimida y nos vuelve dóciles capullos llenos de miedo. Voy al supermercado vestida como un astronauta. En el suelo, carteles recién pegados que sugieren mantener la distancia de un metro entre personas. ¿Cómo voy a encontrarme con otre después de esto? Llevo meses imaginándome la junta social, el olor al sudor de la disco marica y el encuentro furtivo de besos y miradas cachondas, que aunque solo quedan en eso, hablan de mi encuentro, conmigo misme. ¿Será que para volver a encontrarnos seguiremos habitando espacios clandestinos, casas de amigues, hoteles abandonados? ¿aumentaremos nuestro ocultismo y nos expondremos a posibles contagios asumiendo el deseo? ¿o en esta versión nueva de nosotres mismes, seremos todes hiper higiénicos, lavamos nuestras manos con alcohol gel antes y después de rozar o tocar alguna cuerpa?. ¿Mantendremos uno o dos metros de distancia en la butaca del teatro, o en la pista de baile?¿Nos aumentará el calor por no poder tocar?¿producto de ésta represión de mi deseos, se irá cocinando efervescente mente y fermentando con el tiempo mi pulsión carnívora de sentir a las cuerpxs? Lo que conozco es lo que he sentido: vibración corporal, calor, contacto, sudor, humedad y presencia. Lo nuevo no sé…
Canalizar el encierro, mostrar la carne en cuarentena.
Desde Los Países Bajos. 05 de mayo del 2020.
SEMANA 13
No veo más que paredes por mis ventanas, me paseo por mis pasillos, mis chats y mis pensares.
El tiempo se hace confuso… Y las conversaciones también… nos quedamos sin pega, sin casa, dos vuelos cancelados… incertidumbre, incertidumbre. Pero todo lo que sube tiene que bajar.
Tu silencio, que más que tú silencio, es un ruido sin cesar de preguntas y respuestas, sentires, recuerdos, redes sociales e internet. Bendito Internet!!! no sólo memes, stickers y burlarse de todo y de todxs, si no también, reconocerse, bailar, leer, volver al origen y volver a encontrarse con esas cosas que nos gustaban tanto como cuando teníamos tiempo. Tiempo que con el sistema cada vez se fue secando y consumiendo por el cansancio. Y conectar con tu círculo, tu amistades, tu esencia, tus espejos y tu FAMILIA. Ya sea cuál sea, pocos, muchos, viejos, jóvenes, amargados, positivos y creativxs.
Vivir con lo que amas, con lo justo, replantear tu esencia y tu vibrar.
Desde el centro del universo, tu universo. Tu ser. Tu alma, espíritu y arte. El arte de respirar de nuevo.