La imagen performativa como pasquín incendiario
“Pensarse panfletaria, una imagen que se cuela por la retina y remece el entramado de normas instaladas en nuestros cerebros. La fotoperformance como un pasquín anarquista, que trae el antídoto alegre a la competencia constante del capitalismo y a la desconfianza entre pares. Un pasquín que invite a la revuelta.
Una postal que sea un poema visual, cargado de terrorismo revolucionario.
Una revolución que empieza en mí, y se expande por el tejido común hacia tí. Una conexión protésica, por la que viaja una idea, una expansión por la que esta se ramifica y viraliza; un mensaje nítido incluso en tiempos de aislamiento extremo.”
Desde esta invitación, lanzamos el Taller de Fotoperformance, “La imagen performativa como pasquín incendiario” que impartimos junto a Amadalia Liberté, ambas parte de la equipa de trabajo de Registro Contracultural. Durante el taller, buscamos problematizar el tema del registro de performance, posicionándonos desde una perspectiva actualizada sobre el hacer de performance y el arte político, en donde el registro fotográfico opera como un dispositivo extensivo, que permite la difusión de nuestros ideales.
¿Qué entendemos por fotoperformance?
Desde nuestra visión, conocimiento y experiencia, quisimos entender la fotoperformance como un dispositivo múltiple que permite la apertura de diversas posibilidades de aparición político artística. La entendemos como una acción de performance pensada para la imagen fotográfica, donde el registro funciona a modo de soporte, que mediante su composición, conjuga elementos como performatividad, temporalidad gesto/acción, materialidades e indumentaria. La entendemos también, como fotografías que registran la intensidad de lo que ha acontecido, permitiéndole a la performance trascender más allá de su componente efímero, como postales del acontecer artivista.

A través de nuestro taller, analizamos estos elementos, problematizando el registro de performance y entregando herramientas para la creación y composición de una fotoperformance propia. Lejos de resolver una temática, sentimos que también abrimos un flujo, durante el proceso surgieron cuestionamientos y líneas proyectivas futuras, apropiándonos de las herramientas digitales, que el confinamiento pandémico instaló, y que de una u otra manera, tuvimos que aprender a utilizar e integrar para persistir en el tiempo y extender nuestra presencialidad en tiempos de imposibilidad de cercanía.
Problematizar
Sabemos que la performance surge en un momento histórico, como un arte efímero, es acción, es intensidad, es transgredir límites. Pero también sabemos nuestras necesidades como performistas situadas en el contexto actual. Tenemos la necesidad de hacer memoria y de transgredir la censura. Queremes que aparezca la cuerpa, la gestualidad, la composición, la materialidad e indumentaria. La performance no solo está definida por un carácter inmaterial. Son los desplazamientos discursivos en la materialidad las que articulan a una performance. Aún más cuando nuestro hacer artivista es muchas veces simbólico, plagado de signos y significados, que buscan aparecer para poder hablar cuando las palabras se han agotado. La performance es también para nosotres espacio de encuentro y de articulación política feminista. Está ahí para decir, para demandar y para denunciar; como una micropolítica que emancipa nuestro sentir de las cargas impuestas por el relato oficial. Esta para dar lugar a nuestras cuerpas y para celebrarlas.
Es por todo esto que pensamos la necesidad de reflexionar sobre la fotoperformance, como un dispositivo posible que dé salida al mundo a nuestros imaginarios:
Para poder discutir y problematizar sobre el registro fotográfico de performance, desde la necesidad política de que la acción trascienda. Para que el impacto discursivo del arte de performance pueda tener un formato de salida a la mirada pública.
Para poder hacer memoria de nuestras acciones, para tener capacidad de recuerdo y de existencia.
Para aprender a pensarnos compositivamente, desde la acción y desde la imagen que esa acción genera.
Para poder entablar un diálogo fluido con les artistas fotógrafes que nos acompañan, para poder generar equipa de trabajo respetuoso, y obra en conjunto.
Para saber qué es lo que queremos comunicar a través de nuestras acciones de performance.
Para tener un material de difusión que hable sobre nuestro arte de performance por sí mismo.
Para componer un imaginario revoltoso, alegre y contestatario que deviene desde nuestras éticas personales.
Pegatón de cierre del Taller de Fotoperformance. 24 de abril del 2022, Santiago.
Posicionamiento
De esta manera, desde el taller tomamos una posición sobre un tema no resuelto en el mundo de la performance, la necesidad de que nuestras obras, especialmente cuando son de carácter y corte político, puedan trascender. Así tomámos el registro de performance como una herramienta posible para enunciar nuestros discursos; es decir como un formato de salida a la mirada pública, con el fin de visualizar y empoderarnos de nuestros relatos vitales.
Durante el Taller propuse trabajar desde esta reflexión, desde el relato vital como un tejido común y de encuentro con las compañeres, como una forma posible de lazo social. Revisamos registros performáticos y conversamos sobre la necesidad de poner de manifiesto las experiencias vitales de aquello que pareciera pasar a segundo plano, como modos de transmisión de conocimientos, e incluso trascender barreras culturales o idiomáticas. Estas reflexiones a nivel grupal son sumamente importantes para entender que podemos ser cuerpas en alianza, para resistir a los mandatos y violencias del relato hegemónico patriarcal que inunda todos los espacios en donde la vida social se desarrolla.
A partir de estos relatos, se construyeron las imágenes, que operen como un mensaje visual. Pensando en cómo el valor semántico de las palabras se transforman en objetos interactuando con el hacer de las cuerpas y cómo esta performatividad opera en la realidad.
Amadalia Liberté, por su parte, propuso pensar la cuerpa de manera afectiva, en relación al espacio y composición fotográfica. Entregando herramientas para ayudar a traducir los sentires, orientado a les participantes hacia la imagen final de la propuesta de taller. Y por supuesto realizando dichos registros, fotografiando las propuestas performáticas pensadas para la cámara de les participantes, basándose en el diálogo previo.
En el trabajo de fotoperformance es fundamental establecer un trabajo en equipo con la artista de registro, articulando dicho diálogo en donde se planifiquen detalles que la mirada del artista de registro pueda otorgar. En el taller aprovechamxs de esta manera los recursos de la fotografía para devenir en una obra bidimensional, que dentro de las actividades propuestas, tuvo la posibilidad además de salir a la calle como un pasquín incendiario. Una obra discursiva, con un encuadre manifiesto, que posibilitó la ocupación del espacio público y semipúblico a través del arte de performance y el panfleto artivista.

SELECCIÓN FOTOGRÁFICA
"Despertaran como uno, harán la performance y dormiran como otro.”
Por Francisca Maldonado
"Mi performance se llama la papisa. Utiliza el arquetipo del arcano 2 del tarot: la sacerdotisa. Busca resignificar el lenguaje de lo erótico utilizando elementos de la naturaleza femenina evitando los elementos comunes normalizados por el patriarcado. La leche materna, la sangre menstrual, la Granada como fruto del conocimiento son elementos que molestan y son censurables. La experiencia se crea desde lo corporal y lo textil como sustrato."
Por Máxima León
"POCO HOMBRE 2 (RELIGIOSO). Las imágenes reflexionan acerca de mi pasado en el catolicismo, la idea de <clóset>, intimidad, homosexualidad, gula y culpa. Pero sobre todo, el privilegio y poder masculino en la religión católica. El taller finalizó con una jornada en que sacamos nuestras imágenes al espacio público, mis fotos impresas fueron pegadas en los alrededores e interior de las ruinas la Iglesia de Carabineros que fue quemada durante el Estallido social, ubicada a un costado del Parque San Borja, Santiago."
Por Andrés Valenzuela
"1. Son mis dedos, firmes como espadas. El centro de mí lucha, se opone, resiste al cansancio, al odio, al hermetismo, rechaza y me excita. Babeo de placer. Fluye claramente ahora, entierro lo que detesto de mí y me libero. Desarmo la lógica utilitaria que intenta definirme, encasillarme. No guardo más la guata. Basta.
2. ¡Babeo de asco!
3. Basta!
4. Ven y lucha
5. Nuestro territorio es tierra de nadie. Las calles, las cuerpas, reclaman, se mofan. Inclasificables, subversivas, resistentes."
Por Bárbara Bombardiere
Por Varo.
Bárbara Bombardiere escribe: "La ira escondida, incrustada, desarma el imaginario de mujer - fuerte-. Es hermosa, es dura, pero auténtica. Se derrite, lentamente. Y emerge, siempre. Excitante, desafiante, como ruido y, al mismo tiempo, silencio."
Por Marlene Echeverría.
Bárbara Bombardiere escribe: "Una con la tierra, un árbol y su flor crecen en la oscuridad, la raíz, el origen. Matriarca, fuente de sensualidad y fuerza. La humanidad y naturaleza reunidas."
Agradecimiento especial a Casa Palacio por facilitarnos el espacio para realizar las sesiones fotográficas. Esta actividad se realizó el día 10 de abril del 2022.
La actividad de cierre o “Pegatón”, fue realizada el 24 de abril en diferentes puntos del centro de Santiago.