Ver, delirar y contar; o escribir desde una imagen de Cheril Linett – Coreografía de la succión IV. Artículo por Francisco González Castro
Ella sacó su pecho, abriendo su sostén maternal y lo arrimó a la boca de José; estaba en silencio mientras succionaba, con lágrimas brotando de sus ojos cerrados. Lo tomó fuerte en sus brazos, entregando la comodidad de su regazo y acariciando su rostro mientras seguía succionando.